Saturday, September 20, 2008

Un suceso extraordinario




" En el verano de aquel año de aciaga desdicha tuvo lugar un suceso extraordinario. Conocí a mi primer amigo.


Paseaba malhumorado por nuestro viejo huerto , un día de finales de verano, cuando me tropecé con un muchacho que estaba recogiendo del suelo las manzanas caídas y dispersas alrededor de un manzano. Se quedó mirándome sorprendido. Los dos nos quedamos quietos, observándonos.


- ¿Quién eres tú?- le pregunté


- Piotr.- dijo él.


- ¿Por qué coges las manzanas de mi huerto?


- Me ha enviado mi madre a que las coja. Mi padre es Stanislaus, el jardinero de tu padre (...)


¿Nos das permiso?- preguntó el hijo de Stanislaus. No era mucho mayor que yo, uno o dos años, a lo sumo.




Me entraron unas enormes de gritarle: ¡No!, y que aquellas manzanas eran nuestras, y que no tenía derecho a cogerlas sin permiso de mi madre. Quería ejercer mi superioridad sobre su padre, pero había algo en la expresión de aquel muchacho que me retuvo. Era su...confianza. Como si confiara plenamente en que diría que sí, sencillamente porque eso es lo que haría una buena persona, ...Las buenas personas dicen sí. Las buenas personas son generosas. Tenía fe en mí. Lo que hacía era proyectar sus sentimientos al mundo, del mismo modo en que yo proyectaba los míos. Yo esperaba de él que fuera un parásito indeseable, porque yo me sentía indeseable, una ser rechazado por el mundo entero salvo por mi solitaria madre falta de afecto. Yo me sentía como un parásito. Él esperaba de mí que me mostrara como un amo amable. Pero lo cierto es que era él la persona amable.




Sus movimientos eran los de un joven dios en un paraíso arcádico, arrancó un pequeño fruto dorado del árbol y me lo ofreció con una expresión de amistad que me resultaba completamente extraña.




- Toma, dale un mordisco, son buenísimas- dijo.




Yo dudé. ¿Acaso no eran mías esas manzanas. Pero fue el gesto lo que me conmovió y acepté gustoso. Mordí la manzana. Estaba dulce, tenía mucho sabor. Aún hoy puedo sentir aquel chorro de placer en la lengua. Siempre representará para mí el sabor de la amistad..."

1 comment:

Unknown said...

Gracias intemcional, una historia preciosa, como es preciosa la amistad. Un saludo