La resistencia de las personas al cambio es el gran enemigo de cualquier organización obligada a realizar cambios constantes y mejorar continuamente.
La resistencia real al cambio tiene su expresión más clara en el lenguaje:
- "Para qué cambiar..."
- "Así estamos bien..."
- "Mejor malo conocido que bueno por conocer"
- "Es caro"
- "Ahora no tenemos tiempo"
- "Que cambien los otros"
- "En esta organización somos así..."
- "Con esta gente no se puede hacer nada"
- "Ya lo hemos intentado"
- "Los demás...¡Pero ellos qué saben!"
Para que se produzca un cambio consistente y, por tanto, una mejora del proyecto es necesaria la cooperación activa de todos los agentes...
La resistencia real al cambio tiene su expresión más clara en el lenguaje:
- "Para qué cambiar..."
- "Así estamos bien..."
- "Mejor malo conocido que bueno por conocer"
- "Es caro"
- "Ahora no tenemos tiempo"
- "Que cambien los otros"
- "En esta organización somos así..."
- "Con esta gente no se puede hacer nada"
- "Ya lo hemos intentado"
- "Los demás...¡Pero ellos qué saben!"
Para que se produzca un cambio consistente y, por tanto, una mejora del proyecto es necesaria la cooperación activa de todos los agentes...
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