"CONFIAR es estar ABIERTO al mundo.
La confianza es afirmación de la realiadd, declaración de la solidez de nuestro mundo, que no es apariencia, sino la aparición multiforme en la rueda clara de nuestra apertura vital (...). Solamente el ingenuo, aunque revestido de sobriedad arrogante, no percibe matices en la realidad vivida, no advierte los claroscuros que se extienden entre lo negro y lo blanco: lo absolutiza todo sin calibrar (...).
Las gafas ahumadas... impiden la visión puntual de la realiadd, con todas sus sombras y claridaddes...
La confianza es el clima imprecindible para el desarrollo del ser y, como el niño, posee "antenas muy largas" (R.Spitz); ya mucho antes de aprender a manejar la sonda de la razón se da acabada cuenta no sólo del "calor del nido", del amor y de la acogida que su ambiente le dispensa, sino sobre todo de la confianza que le envuelve. Si en torno al recién nacido no aletea la confianza, sino más bien la ansiedad, el miedo o el desamor, el niño no logra desarrollarse correcta y armónicamente: el pequeño ser humano se retrae, se encoge en lo físico y en lo espiritual, llega a morir incluso, porque no existe ninguna clase de cuidados materiales capaz de sustituir la FORMIDABLE FUERZA ESTIMULANTE de la confianza. Es necesario que desde el principio de nuestra existencia experimentemos la confianza en la vida y en el mundo a través de la confianza en el hombre, de la confianza dada y recibida.
Tener confianza en el hombre signfica SALIR AL ENCUENTRO DEL OTRO. Aquél en quien yo deposito mi confianza; creyéndole capaz de todo lo bueno y lo bello, se hace realmente digno de ella y realmente capaz de todo lo bueno y lo bello. La confianza es UNA FUERZA CREADORA de primer orden, idónea a convertir al ser a quien se dedica efectivamente digno de crédito, pues le hace responsable (NHartaman)".
(JBT)